La masacre de Castro Castro o masacre del penal Miguel Castro Castro,[1]​ conocida militarmente como operación Mudanza 1,[2]​ fue una operación llevada a cabo en mayo de 1992 por el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), las Fuerzas Armadas y la Policía (además del Grupo Colina), para trasladar a las prisioneras senderistas y retomar el control del penal Miguel Castro Castro o penal de Canto Grande, que se encontraba bajo control de reos pertenecientes a Sendero Luminoso.

Contexto

Los penales eran considerados por Sendero Luminoso como espacios de "resistencia" y "desarrollo político". Producto de esta concepción, los espacios carcelarios eran vistos como espacios que permitían la "reinserción política dentro de[l] mismo partido". Los senderistas capturados convirtieron los penales en espacios visibles de demostración de "victoria política" y símbolos de "epopeyas de lucha" de la organización subversiva ante el Estado peruano, que era incapaz de retomar el control de estas.[3]

En el penal de Canto Grande se encontraban los principales cabecillas e ideólogos de Sendero Luminoso (un total de 14 de 19) capturados con anterioridad.[4]​ Los senderistas, además, estaban armados[5]​ y ejercían control territorial dentro del penal planificando atentados terroristas y realizando propaganda a través de marchas y cantos portando retratos de Abimael Guzmán.[1]​ Se denominaban, los senderistas, como "presos políticos".[6]

Desarrollo

Preparativos senderistas

En abril de 1992, los internos, que decidían si las autoridades ingresaban a los pabellones, obligaron a la policía, tras un intento frustrado de requisa, a firmar un "acta de compromiso" donde se especificaba que la requisa debía realizarse con presencia de fiscales y de miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja. Para mayo de 1992, se corrieron rumores que alertaron a los internos senderistas de un traslado de las mujeres de su organización al penal Santa Mónica. Con la intención de impedir tal acción, los senderistas tapiaron las ventanas y los muros y reforzaron los muros de los pabellones.[1]

El 5 de mayo, se reunió la dirección de la Luminosa Trinchera de Combate, donde se decide "dar la vida por el Partido y la Revolución" y ofrecer la "resistencia heroica".[7]

Despliegue de la operación

La Operación Mudanza 1 fue definida para retomar el control del penal Canto Grande y trasladar a las senderistas a centros penitenciarios femeninos.[4][8]​ Adicionalmente, en una reunión, Vladimiro Montesinos apareció con una lista de los integrantes del Comité Central de Sendero Luminoso presos en Canto Grande. Estos eran el soporte ideológico y militar de la organización subversiva y parte del círculo interno de Abimael Guzmán. Se propuso "descabezar a Sendero" para dejar a Abimael Guzmán aislado y dificultar la recomposición de Sendero ya que "iba a ser muy difícil recomponerse para seguir dando directivas y organizar atentados, las bases se iban a quedar desconcertadas y quienes tomaran el mando no iban a tener ni la experiencia ni la influencia necesaria sobre los militantes".[5]

El 6 de mayo de 1992, en la madrugada, se da inicio a la operación. Una carga de explosivos abrió un agujero en el pabellón 1-A de Canto Grande (donde estaban las mujeres senderistas). Dicho pabellón estaba conectado con un túnel al pabellón 4-B (donde estaban los senderistas varones). Además, las paredes del pabellón estaban reforzadas con ladrillos y fierros. Al iniciar la intervención, las senderistas respondieron lanzando "quesos rusos" (explosivos artesanales). Luego de diversos enfrentamientos (que duraron 3 días), se logró controlar el lugar, encontrándose cadáveres, cubiertos con mantas, a cuya espalda habían sido atadas cargas explosivas.[9]

Después, se inició la incursión en el pabellón 4-B con una carga de explosivos que derribó uno de los muros a la vez que un altavoz decía "Salir con las manos en alto".[10]​ El mensaje, que fue repetido en quechua, no fue aceptado; más bien, los senderistas iniciaron un tiroteo y lanzaron una carga de dinamita. A pesar de repetirse una vez más el mensaje, los senderistas no aceptaron. Se acordonó el lugar, se alejó a periodistas, y se efectuó la incursión de efectivos policiales protegidos con francotiradores.[11]​ Tras enfrentamientos entre los senderistas y las fuerzas del orden, la dirección de la Luminosa Trinchera de Combate determinó que "la resistencia heroica se ha cumplido" y ordenó salir "y desenmascarar el genocidio".[12]​ Luego de cuatro horas, el lugar fue controlado.[11]

Por su lado, en medio del tiroteo, miembros del Grupo Colina incursionaron en el lugar. Sabiéndose que los senderistas habían resguardado a sus líderes en un lugar, al ser encontrados fueron ejecutados con excepción de Osmán Morote Barrionuevo, quien fue herido de bala en el glúteo.[11]​ La razón de dejar con vida a Morote era porque se había peleado con Guzmán. El mensaje a enviar era: "Estamos en guerra total, así como me tumbas a mis cuadros más altos, te volteo a tus históricos, a tu columna vertebral, pero dejo vivo a tu disidente".[13]

Tras la recuperación del penal, Fujimori pasó caminando por entre los senderistas que yacían tendidos boca abajo con las manos en la nuca.[13]

Consecuencias

Al saberse la noticia de la eliminación de los cabecillas, Sendero Luminoso respondió con un atentado en El Callao donde hizo estallar un coche con 150 kilos de dinamita.[14]​ Posteriormente, el 15 de mayo, hicieron estallar un camión bomba con 300 kilos de explosivos en la espalda del Palacio de Gobierno.[15]​ Para los senderistas, la eliminación de sus compañeros fue considerado un "genocidio".[6][16]​ Además, nombraron los acontecimientos como el "Día de la Resistencia Heroica".[17]

Además de desarticular la Luminosa Trinchera de Combate, se logró la eliminación de 13 cabecillas senderistas (de los 19 que componían el Comité Central).[18]​ Con esto se logró el aislamiento de Abimael Guzmán.[14]

Opinión pública

Según una encuesta realizada en 2007 por la Pontificia Universidad Católica, el 55% de la población limeña consideró a esa fecha que el Estado debe ofrecer disculpas a los familiares de los internos muertos en Castro Castro. Por otra parte el 50% expresó su oposición a una posible compensación económica para los familiares de los reclusos por terrorismo que perecieron en el centro penitenciario Castro Castro en 1992, mientras que el 45% se pronunció a favor de dicho pago.[19]

Véase también

  • Luminosa Trinchera de Combate
  • Operación Victoria
  • Diálogos de paz entre el gobierno de Alberto Fujimori y Sendero Luminoso
  • Operación Deslinde 95

Referencias


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